Un poco de todo, un poco de nada

Tratando de escribir algo inspirador tome todos los apuntes del año pasado, pensamientos muy tomados a la ligera, cosas importantes y otras cosas tan estúpidas, que me hicieron recordar las decisiones estúpidas que tome, sin embargo aprendí, de algo tenía que servir tomar malas decisiones, no todas fueron malas por supuesto, pero todo eso me ha hecho pensar que nuestro ser está compuesto por miles de capas de mentiras (ayudada por una frase de “Divergente", un libro de Veronica Roth) y no solo de mentiras, de falsedad, de hipocresía, todos ocultamos y todos fingimos algo...

Por estos días desearía la soledad, caminar con ella por algún lugar repleto de árboles, un lugar desde el cual se puedan contemplar las nubes, las estrellas; ¡no!, soledad no, quizás escuchar la voz de Dios a través del viento, a través de las hojas secas que caen ya cansadas de ser verdes, una compañía invisible que me inspire a compartir los dones que aún no encuentro, porque hay un corazón que desea paz, felicidad, pero no la encuentra, ¿acaso hiciste algo mal?¡ Tal vez este corazón este atado al pasado, necesita librarse!

--De que sirve alejarse, cuando no sabemos a qué nos acercamos--

¿Por qué nos atamos a este asqueroso mundo?

Hace falta Valentía, hace falta Verdad, hace falta Lealtad.

Sus ojos carecían de algo; magia... falsa magia.

Se ve sencilla la posibilidad de apagar nuestras luces al mundo cuando nos hace daño, -magnifico ¿no? -, que fácil resulta eso, pero siempre he sabido que las cosas fáciles no te llevan a nada bueno.

¿Lo recuerdas?, eramos unos pequeños niños corriendo para atrapar a las palomas en el parque, corríamos tras un balón o simplemente corríamos muy rápido hasta caernos y rasparnos las rodillas, llorábamos como locos hasta encontrar los brazos de mamá o papá o abuelita/o, siempre queríamos dulces, mamá nos cuidaba de todo, ella siempre protegiéndonos, ¿sabes? era tan feliz, pero ¡carajo! ¡No lo sabía!, podía reír fuerte, cantaba sin temor, hacía muchos amigos, quería ser veterinaria para cuidar a los perritos, no temía a nada... poco o mucho, pero lo tenía todo.

Máscaras...

Máscaras...

Estúpidas máscaras...

¿O es el corazón? Oculto tras capas y capas de máscaras de falsedad, de orgullo, de cobardía, de mentiras...

No se si será por leer tanta ficción, pero siento a veces que todo lo que vivimos es una falsedad, y todo lo que hacemos es controlado por algo que nos destruye de a poco, no obstante, algunos son inmunes a ese control inhumano... creo que si, es por leer tanta ficción. No hay verdad absoluta, o quizás si, solo una.

Vamos por un poco de café, jazz, flores rosas y un cielo repleto de estrellas.