top of page

Lee y comparte!

Delirio de escritor, una reseña de Paranormal Colombia del escritor colombiano Mario Mendoza.

Siempre que trato de escribir alguna situación se interpone, algo en la televisión, alguien que necesita de un favor, trabajos, la universidad, un mensaje, las redes sociales, una idea recurrente que ronda por mi mente diciendo que no escriba esto o aquello por pensar en lo que mis conocidos o familiares dirán de mí, o algo peor: la idea que tenía en mente se esfuma, eso último es lo que me ha impedido escribir durante largo tiempo. A pesar de ello todos los días pienso en una historia, un personaje, y me imagino sentada en un lugar cualquiera escribiendo en un cuaderno desgastado de tanto ser llevado de aquí para allá, me veo sola, lejos de todo lo que me han hecho creer hasta ahora. Pero bueno, este mundo implica ser real, adaptarse para no “morir” en el intento de vivir, toca salir a trabajar, a conseguir “pa la papita”, toca cumplir con la sociedad aprendiendo alguna ciencia en una universidad o algún arte si es que da para vivir, porque o sino toca estudiar algo que después genere plata, en fin, la idea es hablar de Paranormal Colombia, dejemos a un lado los resentimientos con la vida (por ahora).



El título “Paranormal Colombia” de Mario Mendoza fue publicado por la Editorial Planeta Colombiana en octubre de 2014, en este, el escritor realiza entrevistas muy cercanas a diez personas que tienen capacidades que van más allá de lo real y por fuera de las líneas convencionales del conocimiento, cada persona tiene un testimonio y además experiencias que ponen en tela de juicio todo lo que parece ser real y conocido; en el recorrido investigativo y de redacción, el escritor ahonda en su interior, en sus experiencias, reconoce sus posibles pasados, renace en su presente y sonríe a un futuro apocalíptico que parece estar llegando de la forma más insospechada.


Capitulo a capitulo se leen secretos de Estado, testimonios de personas que son capaces de viajar a través de los sueños y el subconsciente, capaces de hablar con seres que no todos podemos percibir, dispuestas a vivir con ellos: pintando, escribiendo, siendo muchos en uno solo y habitar en una lúgubre, pero también alegre soledad. Cada frase, cada párrafo permite sorpresa, confirmación de hechos, y sobre todo creer que todo lo que nos rodea es solo una pequeñísima parte de una realidad más amplia que ignoramos, al parecer todos seguimos sumergidos en la misma coartada, todos hacemos lo mismo día a día, año tras año, cumplimos ciertos protocolos sociales y creemos en las mismas teorías que nos enseñan en la academia. Entonces nacer, crecer y morir, ¿es todo?...

En fin, al parecer no lo es todo, pero eso ya queda a juicio de cada quién, lo importante es vivir, vivir de una manera distinta…


Y hablando de Mario, este tipo es mi escritor favorito hasta ahora, y de una u otra forma en este libro me ha hecho entender porque quienes escribimos tenemos una leve “locura”, un adjetivo que de cierto modo es erróneo, es más bien la sensación de que un escritor es muchas personas, muchas historias, en su libro escribe este párrafo concluyendo una de las entrevistas que realizó: “…entiendo que he venido aquí a recordar cómo resistir siendo muchos, cómo usar la pluma para decodificar la identidad, como multiplicarse y subdividirse en una página de papel. Ser un individuo es reducirse. He venido a recordar que soy un escritor, es decir, una manada, un grupo sin forma precisa, un pelotón que enfrenta una guerra invisible. Ese es mi destino, esa es mi fuerza y también mi más secreta vulnerabilidad.” (Mendoza, 2014)


Cuando leemos tenemos el error de creer que quien escribe hace una reproducción escrita de sus propias vivencias, pero no creemos que probablemente se pone en los zapatos de alguien más, como si tomará el cuerpo de ese ser y pensará, viviera como él por unos días, o más bien su cuerpo, su puño y letra es usado para escribir historias jamás contadas, es tomado por seres sin voz, y quizás de allí la fama que tienen los escritores por morir de locura, por suicidio, por amor o de soledad, una soledad llena de presencias, presentimientos, un montón de historias inconclusas, imprecisas, deseosas de libertad, pero con temor a ser leídas; seres incomprendidos y maravillosos, capaces de albergar a otros, eso es quizás, el delirio del escritor.





Reseñas
Entradas destacadas
Entradas recientes
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
bottom of page